Será interesante observar la respuesta ciudadana a una candidata como Mariana Rodríguez, que no cuenta con atributos políticos, pero sí con una gran presencia entre jóvenes. ¿Basta Instagram y TikTok? ¿Hasta dónde llega la banalización de la política?
Para tratar de seguir en la contienda, Movimiento Ciudadano designará a Mariana Rodríguez como su candidata a la alcaldía de Monterrey.
Es un movimiento que le abre un espacio a Luis Donaldo Colosio Riojasen el Senado de la República, e inclusive lo mantiene como una de las cartas presidenciales de Dante Delgado, aunque el regiomontano haya hecho énfasis, en diversas oportunidades, de que aún no es su momento para una aventura de esas dimensiones.
La de Mariana Rodríguez es una apuesta arriesgada, por lo que respecta a la capital de Nuevo León, porque no hay seguridad de que puedan ganar a una eventual alianza del PRI y el PAN para esa posición.
En el fondo, Samuel García no ha valorado y diagnosticado los factores que lo llevaron a su triunfo electoral, los que tuvieron más que ver con el derrumbe de la candidata de Morena y con la falta de disposición de los partidos tradicionales, de ir en unidad con el propósito de obtener la gubernatura.
Mariana Rodríguez sin duda es un activo, pero no cuenta con experiencia y trayectoria política, lo que sí puede pesar entre los votantes de uno de los estados más prósperos de México y donde los factores de poder suelen ser conservadores, aunque ya hayan estirado la liga, en algunas ocasiones, como ocurrió con el antecesor de García, el primer y único gobernador independiente, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” y quien llegó al palacio de gobierno con un 48.8% de los sufragios en 2015.
En cambio, García lo logró, en 2021, con un 36.7 %, pero frente al 27 % de Adrián de la Garza del PRI, el 18% de Fernando Larrazábal del PAN y un 14% de Clara Luz Flores de Morena.
Monterrey es interesante, porque los resultados reflejaron dos cosas, el acierto de postular a Colosio Riojas, quien logró un
47.42 % de los sufragios, contra un 31.35% del abanderado del PRI-PRD. Francisco Reynaldo Cienfuegos.
Por otro lado, una parte de ese resultado se debió a la división del panismo, quienes postularon a Yolanda Cantú García, quien se quedó con un 8% de la votación, pero en gran medida porque Morena reclutó a Felipe de Jesús Cantú, quien apenas seis años antes había buscado la candidatura a la gubernatura por los colores del PAN, y quien ya había sido alcalde en 2000. Cantú convenció a un 10% de los votantes.
Un análisis intuitivo revelaría que una parte nada despreciable de las oportunidades radica, precisamente, en la potencia que pueden tener en el Frente Amplio, y luego de años de enfrentamientos con el propio García, los que han generado denuncias y presiones de diverso calibre.
Será interesante, en todo caso, observar la respuesta ciudadana a una candidata como Mariana Rodríguez, que no cuenta con atributos políticos, pero sí con una gran presencia entre jóvenes. ¿Basta Instagram y TikTok? ¿Hasta dónde llega la banalización de la política? ¿Qué es lo que ha ocurrido para que se presenten este tipo de candidaturas?
Habrá que medir cómo le afectan a ella los negativos que generó su marido en su fugaz postulación presidencial y en los errores que cometió en su retorno a la gubernatura, luego de unas horas de fungir como precandidato.
También contará, eso es irremediable, el balance ciudadano sobre una gestión que no ha dado los resultados esperados y que ya significa pasos para atrás, sobre todo en temas tan delicados como el de la seguridad pública, donde los promedios de homicidios son altos y hay espacios de gran violencia y crimen en poblados y carreteras.
En todo caso, la inscripción de Mariana Rodríguez plantea, de inmediato, dilemas al Frente Amplio y la urgencia de postular a alguien que sea un contraste, pero al mismo tiempo una figura competitiva.
LAS VÍSPERAS DEL 2024
Mario Delgado sostiene que Miguel Ángel Mancera dejó de ser de izquierda durante su periodo como jefe de Gobierno.
Una revisión sobre el ataque a las instituciones democráticas, las presiones a los jueces, la militarización del país, la injuria cotidiana para quienes piensan distinto, que son los resortes de la política de Morena, muestran que el progresismo sigue donde estaba y que más bien ellos son los que están enfrascados en un populismo más que derechoso, aunque aparenten otra cosa y sigan vendiendo lo que no son por motivos estrictamente electorales.
