Un juez federal en San Francisco desestimó la demanda de accionistas contra Intel, quienes acusaban a la compañía de ocultar pérdidas millonarias en su negocio de fundición de chips. La decisión, hecha pública este martes, representa un respiro para la empresa tecnológica, que en los últimos meses ha enfrentado despidos masivos y la suspensión de dividendos tras un desplome bursátil de más de 32 mil millones de dólares en un solo día.
El caso se centraba en la presunta falta de transparencia de Intel al reportar una pérdida operativa de 7 mil millones de dólares en 2023 relacionada con la fabricación de chips para clientes externos. Sin embargo, la jueza Trina Thompson determinó que los accionistas no lograron demostrar que fueron engañados sobre la magnitud de las pérdidas ni que la empresa haya inflado artificialmente el valor de sus acciones.
La demanda argumentaba que Intel había ocultado la crisis hasta abril de 2024, cuando cambió su forma de reportar los resultados financieros. Pero el tribunal concluyó que los inversionistas malinterpretaron el alcance del negocio afectado y que las declaraciones del entonces CEO, Patrick Gelsinger, sobre el “crecimiento” y la “fuerte demanda” de los servicios de fundición no constituían un engaño, ya que se referían a clientes específicos y no al panorama financiero general.
Los abogados de los accionistas no han emitido comentarios hasta el momento, mientras que Intel evitó pronunciarse sobre el fallo. No obstante, la jueza permitió a los demandantes presentar una versión corregida de la querella.
La polémica sobre la administración de Intel cobró fuerza en agosto pasado, cuando la empresa reportó una pérdida trimestral de 1.61 mil millones de dólares, lo que llevó al despido de más de 15 mil empleados y la suspensión del pago de dividendos, con el objetivo de ahorrar 10 mil millones de dólares en 2025. Al día siguiente, las acciones de Intel se desplomaron un 26%, evaporando 32 mil millones de dólares en valor de mercado.
El gigante de los semiconductores, con sede en Santa Clara, California, ha enfrentado dificultades para mantenerse competitivo frente a rivales como Nvidia, AMD, Samsung y TSMC, especialmente en la carrera por el dominio de la inteligencia artificial. En medio de esta crisis, Intel decidió remover a Gelsinger en diciembre, buscando un nuevo liderazgo para revertir la situación.
El caso, registrado como “In re Intel Corp Securities Litigation” en el Tribunal de Distrito del Norte de California, sigue abierto a una posible reconfiguración de la demanda. Mientras tanto, los accionistas afectados deberán decidir si persisten en su lucha o aceptan la derrota legal ante uno de los pesos pesados de la tecnología.